Probablemente todos nosotros le hemos dicho a nuestro Padre Celestial en algún momento u otro, “Dios, ¡dame más paciencia!” Desafortunadamente, según la Biblia, la paciencia no es algo que Él puede darnos por tan solo pedírselo, pero eso no quiere decir que no podemos edificar más paciencia en nuestras vidas. Dios muy amorosamente nos ha dado pautas e instrucciones en Su Palabra que nos ayudarán crecer en el tener una resistencia paciente en la vida. Y, no solo eso, sino que no tiene que ser siempre no más un aguantar mientras crujiendo los dientes. Podemos tener una amorosa paciencia con gozo y paz, algo que todos queremos